La tarde del 11 en el primer mes del año, fría a pesar
del sol, sorprendió a esta reportera en una apresurada cobertura de último
momento. Camilo Díaz de Villalvilla, diseñador del semanario, devenido
fotógrafo, apenas tuvo tiempo para agarrar su cámara digital de aficionado.
Yo tomé otra, y de pronto nos vimos en el Parque de las
Esculturas, un sitio de ensueño, mixtura de lo que somos los cienfuegueros:
arte y mar. Juan Almeida Bosque, el fiel Comandante, quería conocer el lugar y
allí estábamos nosotros, junto a otros periodistas, para dejar constancia del
momento.