lunes, 28 de diciembre de 2015

Mirada en retrospectiva al 2015



La "Charlie Hebdo" fue tiroteada el 7 de enero de 2015 por los yihadistas intolerantes al humor gráfico.


El 2015, año que resultara declarado por la ONU como el de las tecnologías y la luz, ha rendido honor a tal designación; así, las tecnologías han hecho época en los últimos 12 meses y podríamos mencionar en las telecomunicaciones a iPhone, Samsung, Sony… entre las más beneficiadas, al tiempo que sus diseñadores y desarrolladores se llenan los bolsillos con los deseos compulsivos de quienes intentan tener lo “último”, incluso acá en el tercer mundo, como si no bastara con el desafío de  conseguir, cada día, el plato fuerte de la cena.

Sin embargo, en el campo de la biotecnología Cuba muestra avances, reconocidos por la Organización Mundial de la Salud. Hasta hoy, la industria biotecnológica posee mil 200 patentes y comercializa productos, y vacunas en más de 50 países. Al tiempo que muchos de sus productos son sometidos a ensayos clínicos, en lo fundamental los relacionados con el cáncer, segunda causa de muerte en Cuba, con una oportuna detección temprana a través del Sistema Primario de Atención de Salud.

viernes, 25 de diciembre de 2015

William: "antes era malo y hoy quiere ser bueno"




De izquierda a derecha, Gilberto Hernández Miranda, fiscal y William Quesada Rosell, durante la celebración de los 42 años de fundada la Fiscalía General de la República de Cuba.



Parecía que el mundo se le caería encima cuando la presidenta del Tribunal leyó la sentencia condenatoria: 8 años de privación de libertad. De la Sala fue directamente a la penitenciaría y un solo pensamiento lo martillaba; cómo resistir el encierro. Sin embargo, desde el primer momento fue una escuela para él en todos los sentidos.

William Quesada Rosell me cuenta una historia breve, no me dice ni pregunto el motivo de la sanción, parece demasiado doloroso y no quiero empañar el brillo de sus ojos cuando habla en futuro. “Cumplí cuatro años, en los últimos tiempos de la sanción había trabajado en la sede de la Fiscalía Provincial, en una brigada de Construcción. Entonces ellos supieron de la calidad de mi labor, del respeto con que asumía las tareas y ante una solicitud mía, me dejaron trabajando allí tras cumplir y salir con la Libertad Condicional”.

lunes, 21 de diciembre de 2015

José María Bermúdez López: Oficio de sanador



 

Atesora incontables méritos y reconocimientos a lo largo de su carrera como médico, 55 años, así como categorías profesionales y docentes, pero una de ellas destaca en su personalidad: el desprendimiento humano



Caminar junto al profesor Bermúdez por los pasillos del Hospital Provincial de Cienfuegos, supone recorrer la historia de este centro asistencial y docente; y por qué no, de la Medicina en el territorio. Nadie o casi nadie le llama por su nombre: José María Bermúdez López, el profe, quien a fuer de enseñar a tantas generaciones, se ha convertido en una institución. Especialista en Medicina Interna y a 55 años de haberse recibido como médico, llega todos los días, a pie, al Hospital, y en su Sala, la 12 A, lo esperan pacientes, médicos y estudiantes.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Nuestros mejores sueños sin salida



 
 Las revoluciones siempre serán procesos difíciles y dolorosos. No se cambia, rompe o desgarra una sociedad, supuestamente, organizada y estructurada, sin que quede flotando el resentimiento de la pérdida, casi siempre material, en un sector minoritario -los dueños de casi todo y la burguesía. Porque las revoluciones son de los de abajo, de los desposeídos, de la mayoría. Y así ha pasado en casi toda Latinoamérica, el continente de las revoluciones y los cambios sociales.
Los últimos acontecimientos, primero en Argentina y ahora mismo en Venezuela, encienden la alerta de una Izquierda que removió la conciencia en la región, en países en los que se habían producido cambios en lo social. ¿Pero acaso esos mismos que votaron a favor de la Derecha son conscientes de sus actos?

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Barbarita



 
Barbarita y la autora, muchos años después de terminar el Preuniversitario.

 Una mujer menuda, pequeña, de buen vestir, con su pelo teñido de rubio, de hablar pausado y que jamás levantara la voz, era capaz de hacer temblar a los más de 500 alumnos del preuniversitario, allá por los ’80. Se trata de Bárbara Veloz Hernández, apellidos inolvidables, quizá por los fines de semana sin discoteca, en la escuela SIN PASE, para cumplir la norma de guataquear al “narigón” la hilera de matas de naranja restante, fruta preferida desde entonces, porque aprendí a cultivarla y recolectarla, ¡a las buenas y a las malas!