En la madrugada del jueves 21, un día después de publicado este trabajo, fallecía Pascual, una de esas figuras
imprescindibles de cualquier ciudad, ícono de la demencia, aquel siempre
seguido por una estela de muchachos preguntones, él con su eterno
hilito de algodón dando una y otra vuelta entre sus toscos índices y
filosofando acerca de estrellas y cometas mientras miraba al cielo. Tal
vez tras la estela de uno de ellos marchó apacible el loco más querido
de Cienfuegos, a quien el periódico local de Cienfuegos,
en caprichosa coincidencia, había dedicado la página 8 de esta edición
impresa todavía en fragua, para ponderar esos 20 últimos años, en sus
casi siete décadas de existencia, entre los mimos y cuidados de un
profesional colectivo de la salud. A continuación el trabajo:
Si usted pregunta en Cienfuegos quién es Pascual Fundora Valdés, nadie o casi nadie reconocería por ese nombre al loco Pascual, un personaje imprescindible de la ciudad. Acaba de cumplir los 69 años y se encuentra recluido en el Hospital Psiquiátrico Docente del territorio, desde el 15 de diciembre de 1994.
Si usted pregunta en Cienfuegos quién es Pascual Fundora Valdés, nadie o casi nadie reconocería por ese nombre al loco Pascual, un personaje imprescindible de la ciudad. Acaba de cumplir los 69 años y se encuentra recluido en el Hospital Psiquiátrico Docente del territorio, desde el 15 de diciembre de 1994.
Nos lo trajeron de vuelta a la memoria las
redes sociales, increíble, cuando Ildefonso Igorra López, periodista del “CINCO”,
en visita de trabajo, lo encontró allí, le hizo unas fotos y la respuesta en
Facebook fue impresionante. De
inmediato, muchos de los arraigados cienfuegueros —quienes viven fuera de Cuba—,
sintieron la nostalgia por su ciudad al reconocer en las instantáneas al bueno
de Pascual.
Ya está enfermo, no puede articular palabras,
pero está cuidado, limpio y es muy querido y famoso entre los trabajadores de
una institución que apuesta, a pesar de los tiempos duros, al cariño y la
humanidad.
El pasado domingo, día de su cumpleaños, los
hermanos Novo, cronistas musicales de la ciudad; y el Dr. Mandy Álvarez, músico,
poeta y médico que desanda las calles con su guitarra a la espalda; visitaron a
Pascual, y le cantaron su canción. ¡Qué lindo regalo para el alma, cuando
alguien se molesta un domingo, sin siquiera engordar el ego, porque ya Pascual
apenas reconoce a sus semejantes! Sin embargo, cuenta Roberto Novo, que sus
ojos brillaron de un modo especial al escuchar la canción.
Por el Prado viene y va sin
ninguna dirección
tal parece que anda tras una
estrella que cayó, serenamente.
Y navega el Bulevar siempre
sólo y sin reloj
repitiendo sin parar su más
nueva conclusión
su más fantástica verdad, su
límpida imaginación, su voz
...y navega el Bulevar...
Quien lo sabe le da en paz
un saludo sin temor
sin mendigo ni piedad ni
apellidos ni señor, como si nada.
Como para no faltar en la
magia bajo el sol
le escondemos bien la edad
donde sabe el corazón
que un día se queda la
ciudad
nadie le tenía ni miedos ni
lástimas.
Sin su loco bueno, dónde
tendrá luego una maravilla igual
sin su mariposa, qué
historia famosa
va a pintar el vuelo de un
cuento de abuelos
qué te va a pasar ciudad,
cuando caiga ese aguacero
cuando escampe cada enero,
sin Pascual.
Fue el primero en grabar en
los estudios Eusebio Delfín
Disparate de mi mar pon a
salvo esta canción
con tus hilos de soñar
si es que sueñas el amor que
te debemos
no te quiero ir a buscar sin
mi niño que nació
que te sepa donde estas,
donde sabe el corazón
que un día se queda la
ciudad
...una maravilla igual...
Sin su loco bueno, dónde
tendrá luego una maravilla igual
sin su mariposa, qué
historia famosa
va a pintar el vuelo de un
cuento de abuelos
qué te va a pasar ciudad,
cuando caiga ese aguacero
cuando escampe cada enero,
sin Pascual
Las nuevas generaciones no le conocieron,
pero muchos sí, recuerdo que le hacíamos toda clase de preguntas sobre cultura
general y siempre las respondía. Era un loco erudito y noble, pacífico e
imprescindible en la anatomía de una ciudad como Cienfuegos, porque siempre
habrá que mencionarlo. Porque Pascual es parte del entramado social de esta
urbe marinera.
Nota: la foto fue tomada de internet y sobre ella el crédito de su autor.
Nota: la foto fue tomada de internet y sobre ella el crédito de su autor.
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