Tiene 87 años y la alegría de una muchacha de 20. Por sus
venas corre más el azúcar de la caña que la sangre, porque nació en un batey,
esos pueblitos pintorescos casi adheridos a las fábricas de azúcar. Está de
fiesta; vistió sus mejores ropas y marchó dispuesta a estrenar la Casa de Abuelos,
jolgorio con el que celebró Cienfuegos el Día Mundial de las Personas de Edad.
Constancia, a pesar del silencio y la falta del pitazo que dejó de sonar con la
última molienda, hoy se renueva en lo social, cuando su gente inaugura un
centro para la atención a adultos de la Tercera Edad.
"Esta es la cuarta de estas unidades de Salud
existentes en el municipio, con 25 capacidades hasta completar 30. Aquí reciben
servicio especializado: podología, ejercicios físicos, actividades culturales y
de recreación; así como alimentación reforzada: desayuno, dos meriendas,
almuerzo y comida", comenta Ibey Chaviano Vega, director del sector en
Abreus.
"Los pueblos cuidan a sus niños, pero al mismo
tiempo desarrollan una cultura de cuidado a las personas mayores", expresó
Salvador Tamayo Muñiz, director de Salud en Cienfuegos, durante la lluviosa
mañana de estreno cuando Constancia despertó con Casa de Abuelos.
Y de eso se trata, de crear políticas públicas y un
sistema que ampare a los ancianos, cuando la tendencia mundial se mueve al
aumento de la expectativa de vida y, en consecuencia, seremos más viejos que
niños para 2050.
Llaman para "picar" el cake, y Ofelia, la
dulce, corre, como solo puede hacerlo a sus 87 lindos años, a posar para la
foto como una quinceañera.
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