Homenaje

  

 El humor gráfico está de luto. Esta semana, ráfagas de armas automáticas en manos fundamentalistas, silenciaron la Redacción de la revista satírico-humorística Charlie Hebdo, en París, Francia, porque no “entendieron” el humor de sus caricaturistas. Pero fue la denuncia social lo que molestó a Al Qaeda, una corriente que se hace fuerte al infundir terror al mundo, y esta vez la meca del arte, allí en la culta y civilizada Europa, resultó el blanco.

  Cienfuegos es tierra de caricaturistas, este arte gráfico y un periodismo de denuncia, toma auge en el Centro-Sur de la Isla y se suman otros prestigiosos del dibujo, la caricatura personal, editorial, la historieta… Acá se edita, imprime y distribuye una revista satírico-humorística La Picúa, que aúna a su alrededor un núcleo importante de artistas gráficos; así como se mantiene en el semanario de Cienfuegos, CINCO de Septiembre una tira cómica.

  Al escuchar las primeras noticias, pensé en todas esas personas que conozco y se mueven en ese mundo, alegres, “jodedores” para expresarlo en buen cubano, amantes del ron, pero serios, profundos y comprometidos con todas las causas justas, capaces de ver y encontrar un filón allí donde incluso el más reconocido cronista no ha llegado. Entonces, imagino a la gente de la “Charlie Hebdo”, en pleno consejo editorial, pensando cada una de las páginas, en una portada llamativa y que apenas cayeron en cuenta eran víctimas del terrorismo en el minuto siguiente.

  Y no dejo de asombrarme, cuando incluso personas de mi círculo más cercano, se empeñan en defender a los fundamentalistas y acusar a los humoristas de profanar una religión. Remontándome a la historia del Periodismo en Francia, recuerdo haber estudiado una tendencia del dibujo, mediante el cual nacientes publicaciones de la época ridiculizaban a María Antonieta, con imágenes satíricas sobre el sexo, quizás las primeras formas de expresión comunicativa contra la Monarquía francesa.

  Algunos foristas aluden al respeto a la religión y la culpa con que cargan los gobiernos por apoyar guerras e invasiones en el Oriente Medio y el mundo árabe en general, en las cuales Francia, como Estado, tiene una participación; pero ¿no es acaso la actitud de esta revista una forma de denuncia? ¿No es la sátira un mensaje que por supuesto incluye la burla? No hay razón para tal reacción, cegar la vida ni arremeter con violencia, esa no deberá ser nunca la repercusión que busca y necesita un medio de prensa, sea cual fuere el método comunicativo que emplee.

  La caricatura tiene un fuerte impacto en los lectores, el mensaje es más directo y contundente y por ello, determinados temas son tratados con sátira. Pero los receptores no siempre reaccionan como debieran. El mundo de la caricatura está de luto, en lo personal no comparto opiniones negativas contra los de la “Charlie Hebdo”, fueron valientes, no temieron a las amenazas y los que murieron, lo hicieron con los lápices en la mano, dibujando la revista que saldría el día posterior. El fundamentalismo, Al Qaeda -esta organización terrorista se atribuyó el atentado- y las corrientes extremistas no son quienes representan al mundo Árabe, de modo que el respeto a una religión, no está en sus prerrogativas exigirlo, fue un crimen atroz, me cuento entre quienes lloran la pérdida de vidas valiosas, entre ellas, las mejores cuatro plumas de la caricatura en Francia y quizá en Europa. Aquí, mi homenaje.