La cocina cubana sin huevos, no lo sería. Para casi todas
las recetas clásicas se necesita tenerlos, y lo digo con toda responsabilidad
semántica, para que sea entendido en el sentido amplio o estrecho de la palabra.
Para los buñuelos de yuca, por ejemplo, son esenciales, en los empanados, flan,
panetela, frituras de maíz, ñame o malanga…; pero también como plato principal
en todas sus formas: revueltos, tortilla, fritos, escalfados.
Muchos nacionales les conocen como el “salvavidas”,
porque cuando el mamífero nacional se ausenta, se le echa mano, aunque las
ausencias hoy día son tan variables que ya hasta sucede a la inversa. Los tres
mosqueteros, así le llamaban en la beca, cuando hacían trío con el arroz y los
chícharos. En los desayunos resulta un plato internacional, revueltos o de
otras variadas formas.