Elaine
Pretel Fleitas no es una mujer común. Con apenas 26 años desempeña una
profesión poco frecuente en las féminas: cantinera, y aunque hubiese podido ser
hasta chef de cocina, el azar la trajo hasta el bar del restaurante Mandarín en
la ciudad de Cienfuegos. "Yo había cursado en la Escuela de la Asociación
Culinaria todos los oficios de la Gastronomía y este último, en la de Comercio,
hasta que hace poco fui llamada al centro. Confieso llegué con cierto temor,
pero con los días le he tomado cariño al trabajo".