lunes, 6 de junio de 2016

Trasplantología: un viaje desde la muerte



Eliecer Antúnez Agüero, trasplantado de hígado, junto a su humilde familia. De quien hablaremos en próximo testimonio.

Son las 2:00 a.m. cuando el Dr. José Roque Nodal Arruebarruena, coordinador en Cienfuegos de donación y trasplantes de órganos, activa un operativo de rescate. Ha sido una larga pelea contra la muerte, un hombre fuerte, joven aún, ha perdido. Sin embargo, la lucha ahora es por la vida. El carro de Medicina Legal sale en busca del resto del equipo. La primera en llegar es la Dra. Deanna Collazo Cuéllar, especialista de Primer Grado en Cirugía, se mueve rápido por los pasillos, porque ella sabe que desde ya, el reloj  comienza a marcar tiempo de descuento en la vitalidad de los órganos que salvarán otras vidas.

Ni la primera mujer ni el último combate



 
Conocía de antemano que por la zona que “peinaba” había varios pozos, de los secos, sin embargo, de pronto se sintió caer al vacío. Pero Yarelis Suárez Crúz es una mujer entrenada para todas las circunstancias, incluso las más difíciles, y entonces recordó aquella ocasión cuando se lanzó en paracaídas, y como un flashazo repasó la postura aprendida en caso de emergencia: estiró los brazos doblando los codos, las palmas de las manos hacia abajo, abrió las piernas y flexionó las rodillas levemente. Apenas transcurrieron dos segundos y ya estaba en el fondo del hueco de 18 metros de profundidad.

La existencia de esta mujer de 38 años es rica en anécdotas, y parecería, si no la tuviera sentada a mi lado, que se trata de una fábula contada por otros, a la cual cada quien le pone algún elemento de ciencia ficción. Guajirita del batey Portugalete, tuvo su primer trabajo a los 16, conduciendo un buldócer para cultivar la caña de azúcar.