María Elena Hernández Quintana es enfermera hace más de
45 años y reconoce sin remilgos que tiene 67 de edad, porque los ha vivido con
intensidad y se considera una mujer plena. Se graduó allá por el 1972, en
Trinidad, la entonces capital del Regional Escambray, provincia de Las Villas. Usa
el traje blanco del oficio y la cofia con lista azul, en señal de que es la
jefa de Enfermería del Policlínico de San Blas, en la serranía cienfueguera,
otrora hospital, rodeado de empinadas montañas y justo donde comienza la Loma
de la Ventana, peligrosa y empinada subida hasta el corazón mismo del macizo de
Guamuhaya.
domingo, 9 de julio de 2017
La abuela de todos
Tiene 84 años, es nativa del carismático pueblo de
Congojas, en Cienfuegos, y desde hace dos años, aproximadamente, vive en Rodas,
la cabecera municipal, en el Hogar de Ancianos que da cobertura a dos
territorios, además, Aguada y Abreus. Tiene perfecta movilidad, amplia sonrisa,
y unos bellísimos ojos azules.
Le pregunto con cierta reticencia, porque es una
interrogante difícil en estos casos: ¿Tiene hijos? “No tuve”, ¿y su esposo,
vive con usted acá? ¿Falleció? “No, nunca me casé ni tuve hijos, ¿no has
escuchado que en todas las familias del campo siempre había una solterona? Ah,
bueno, pues en la mía fui yo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)