lunes, 10 de marzo de 2014

Melba Hernández: En la legión de heroínas.





Desapareció físicamente  una mujer que vibró como el alma misma de la patria. En sus vivencias, la satisfacción de estar junto a Haydeé Santamaría allí donde la muerte de los allegados recababa apoyo.
  Entre las ráfagas de las ametralladoras y las últimas quejas de los baleados, se convirtieron en heroínas las dos muchachas de la legión de valientes asaltantes del Moncada. Melba no fue madre, tal vez todo ese instinto tierno lo volcó en Yeyé, cuando le tocó conocer de las torturas y la muerte de su hermano Abel, así como de su novio Boris Luis Santa Coloma.
  Fueron  las dos únicas mujeres del grupo de jóvenes que el 26 de Julio de 1953 asaltó el cuartel Moncada, les tocó prisión, y ver sus muertos quedar entre la sangre y la amada tierra santiaguera, saber  que no los volverían a ver.
  Melba Hernández Integró la dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio desde sus inicios y como tal realizó diferentes actividades; se incorporó al Ejército Rebelde en el Tercer Frente Oriental “Mario Muñoz”.
  La vida de aquella niña crucense, nacida del humilde hogar de Manuel Hernández y Elena Rodríguez del Rey es gloria de Cuba. Patriota desde la cuna estudió la abogacía y la ejerció en el juicio, donde Fidel proclamara su alegato “La historia me absolverá”.
   Por eso tocó al pueblo de Cruces la primera impresión de la histórica declaración, así germinó la semilla regada también por la maestra Corina Rodríguez, la inolvidable viejecita con estirpe mambisa, cuyas enseñanzas aún recuerda Melba.
  En su natal Cruces la combatiente clandestina realizó la gigante labor de difundir el discurso de Fidel, aquel que escuchó en pleno juicio y allí lo defendió con su brillantez de jurista, con el mismo verbo que luego del triunfo, pudo ser embajadora en Viet Nam del Sur.
 Los más jóvenes no conocieron sus dotes de oradora, pero hasta el último momento, entre silencios y reticencias le escucharon sus afirmaciones de fidelidad y cubanía, patentizadas en amor a la patria y a Fidel. 

*La autora, Dagmara Barbieri López, es periodista cienfueguera.

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