viernes, 26 de octubre de 2012

La vida por Florinda


  La tarde antes habían evacuado a toda la familia, ese río, el Lagunillas, siempre crece cuando cae tanta lluvia. Con dolor dejaron atrás la casa, rodeada de la finca, que está muy sembradita por esta fecha. Pero también se había quedado Florinda, que no hubo manera de separarla de su crío. No pegaron un ojo en toda la noche, pensando en la cosecha, la casita y en Florinda, la vaca que ordeñan cada madrugada. Quien pensaría que el huracán Sandy traería tanta lluvia. Y regresaron, cuando ya el río comenzaba a “subirse”. Ahora están allí, irresponsablemente varados, rodeados de agua, tomando una leche calentita y pura, pero en peligro, y todo por Florinda.

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