miércoles, 25 de noviembre de 2015

Fotografía de familia




Anayancy tiene cuatro hijos, un marido alcohólico y no trabaja; y como si ya no fuera suficiente, también ella le ha tomado el gusto a la bebida, y se emborracha todos los fines de semana. "No, yo solo bebo para ponerme un poco alegre, figúrate, con este cuadro y estos chiquillos jodiendo", me dice con total desfachatez, y me insiste en no usar su verdadero nombre, "o su esposo la mata". La casa es un infierno, se comunican a través de gritos y malas palabras, el marido es maltratador, los niños se mal alimentan y cuando los padres consumen bebidas y pierden el control, los pequeños, de entre dos y siete años, quedan a merced de los vecinos.

Sobre el tema conversamos con la Dra. Diana Stuart Duarte, psiquiatra infanto-juvenil: "Existen
diversas formas de maltrato psicológico que van desde las ofensas y humillaciones, provocando daños marcados en la autoestima hasta las agresiones sexuales o la violencia. Incluso en la escuela puede verse en diferentes formas. Acá en Cienfuegos contamos con un Centro de Tratamiento a Menores Víctimas, en el cual son valorados los casos que nos llegan, por un equipo de análisis. Pero la primera atención deberán tenerla en el área de Salud, en el barrio, donde conocen in situ la situación determinada y particular".
Cuba es firmante de la Convención de los Derechos del Niño, el máximo referente normativo de cultura jurídica para la infancia, de ahí la preponderancia concedida a esta problemática en la sociedad.
La Dra. en Ciencias Laura López Angulo, psicóloga de profesión y profesora titular de la Universidad Médica de Cienfuegos, tiene un largo haber de trabajo en la temática del maltrato a la mujer: "El ser testigo de situaciones de violencia y de conflictos entre los padres, crea en el niño a un maltratador en potencia. Ahora, la sociedad debe encontrar soluciones, porque la tendencia va en aumento y hoy las cifras de violencia doméstica se cuadriplican".
Las familias disfuncionales engrosan estadísticas y es común encontrar hogares donde el lenguaje de comunicación se establece a base de gritos y malas palabras, hasta un día, cuando ocurre lo peor, niños con maltratos físicos o madres lesionadas llegan a los centros asistenciales de Salud. El Dr. Roberto Alleguez Suárez, médico legal, comenta: "El fenómeno no es infrecuente, va desde los pequeños hasta las madres maltratadas por el esposo, que no siempre es un alcohólico, puede ser un marido que antes fuera un niño formado en un hogar difícil. Lo apreciamos en los casos vistos en el servicio de Medicina Legal, para ser evaluados".
"La violencia se propicia cuando no se educa en el respeto. Considero este un tema que debe ser abordado con más fuerza en los medios de comunicación", comenta la Dra. Stuart Duarte, al tiempo que defi ende la tesis de "los fenómenos económicos y las frustraciones de
la vida diaria generan violencia".
Hasta los hospitales llegan hoy niños con fracturas y golpes que no son reportados, porque quizá los padres cuentan una historia ficcionada, y es ahí donde juegan su papel los médicos de los cuerpos de guardia, quienes reciben preparación curricular en el tema durante su formación. Roxana Geroy Moya, pediatra, abunda: "Tuve un caso de una niña pequeña que ingirió, en tres oportunidades, sustancias tóxicas. Notifiqué a las autoridades de inmediato, porque resultaba sospechosamente coincidente. Estos casos deben ser reportados para, de alguna manera, detener el fenómeno".
Anayancy me deja con "la palabra en la boca" y regresa a su cotidianidad gritando: "¡Muchacho, repin..., cállate la boca ya, estúpido…!", y me pregunto, ¿este hogar será el caldo de cultivo para engendrar futuros maltratadores? Creo que sí, al menos que las organizaciones sociales hagan algo por Anayancy y su familia.


Nota: La historia que ilustra este trabajo en ciento por ciento real, con nombre ficcionado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario